Cata "De Comer": El Manto

En esta oportunidad quiero compartir con ustedes la desagradable experiencia que tuve en mi visita al que era uno de mis restaurantes favoritos, El Manto, un restaurante de comida Armenia ubicado en el barrio de Palermo (Costa Rica 5801, CABA).

El viernes en la noche, aprovechando el feriado me aventuré a disfrutar, o al menos eso creía, de las delicias de la cocina del medio oriente que solía ofrecer este pintoresco restaurante de Palermo, hasta hace poco este local se caracterizaba principalmente por su excelente gastronomía, con una carta de platos típicos Armenios. Para mi sorpresa, el restaurante ha cambiado de dueños, los cuales lamentablemente no dejaron NADA de lo que era, decidieron dar un vuelco rotundo a este clásico de la zona, para ello destruyeron todas y cada una de las características que lo destacaban del resto de los comercios, hoy en día ni siquiera podría calificarse como de comida Armenia, dado que al incorporar otros tipos de platos en la carta han desvirtuado la identidad del local.

Para comenzar al recibir el menú observo que fue reducido al máximo, consta solamente de una hoja. Para dar un ejemplo tan sólo, en la sección destinado a los postres (4) uno no había, el baklava no es tal, es una reversión que no se aproxima ni en sabor ni en forma al original, por lo tanto considero que debería llamarse "Rolls de Pistacho", los otros dos son Panna cotta (italiano) y Marquise (Francés).

En cuanto a los platillos debo decir que son minúsculos, tienen el tamaño de una entrada, son un tercio o menos de lo que otrora servían. Como principal me incliné por el "Cordero con frutos secos", eran tres cucharadas de preparación servidos en un grandilocuente plato blanco, como si esa inmensa vajilla supliera lo escaso del alimento. Al recibir mi porción quedé pasmado de ver la triste reconversión de los tradicionales Armenios.

Otro capítulo lo presentó la carta de bebidas, dado que en el menú figuraban tragos que, según el camarero, no estaban disponibles por lo cual no los podían preparar, empero el bartender que no podía realizar esos tragos nos ofreció elaborar otro, sin embargo al momento de pagar la cuenta nos percatamos que los cobran más caros de lo que figura en la carta y ante el reclamo, ni siquiera improvisaron una explicación para ello, simplemente nos cobraron.

Un nuevo apartado de este derrotero fue el servicio, notamos que los camareros no tienen la suficiente capacitación ya que no son capaces explicar adecuadamente qué contienen los platos ni cómo son elaborados, información que debe ser suministrada por la empresa o los dueños. En la capacitación que debieron darles también incluiría servicio al cliente, ya que poseen un estilo de atención displicente.

Seguramente ustedes deben pensar que toda esta historia cierra con final feliz y un ticket dentro de los parámetros normales o al menos acorde a lo escaso y pobre de la cena, pues en lugar de dar mi parecer, ya que lo costoso o económico siempre es subjetivo, dejaré que cada uno de ustedes evalúen el costo a su criterio, consumimos:

-Dos platos principales

-Dos postres

-Una lata de gaseosa y un trago

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Valor total $ 1285,00

Conclusión:

En esta oportunidad no realicé el análisis acostumbrado dado que no tengo nada bueno para destacar de este restaurante en esta nueva etapa. Conozco este local hace varios años y es muy penoso para mí ver que sus nuevos dueños lo han convertido en otro restaurante típico de Palermo, donde como en muchos otros, abunda el snobismo y la estética, en donde los platos son bonitos pero miniatura. Por lo tanto si lo que busca es una cena con linda vajilla, platos estéticos y coloridos pero con poco alimento, éste es uno de los lugares que debe visitar.

Si embargo, si lo que desea es una cena con un servicio idóneo, platos de calidad acordes a lo que se abona y que a su vez la cantidad satisfaga su apetito, NO VISITE ESTE RESTAURANTE.

Si a pesar de mi recomendación pasan por este lugar y desean compartir conmigo la foto de los platos les estaré agradecido, asimismo espero que su visita no sea tan desagradable como la mía.

Nos vemos en alguna mesa y si “De Comer” se trata, comamos.

Mi Puntaje: 3.